martes, 7 de febrero de 2017

El chico de zapatos negros y jersey claro

(…)Paseaba por la Gran Vía, por Hortaleza, y cruzó varias calles.

-Siempre se fija en sus nombres y sin embargo nunca los recuerda. -

Se detuvo, bruscamente, como  si se hubiera  dejado algo en el tintero, o en el último rizo de su cabello. Ese rizo que nunca puede ver, el que más escondido está y más libertad tiene, el que baila tangos con la almohada pensando en (él) 

-Él eriza su cabello y jamás lo ha tocado. Sí. Lo eriza. Como si de piel se tratara. No es el cosquilleo en la nuca ni la sensación de viento en la espalda. No. Él eriza su cabello.- 

Miró el reloj (que nunca lleva, prefiere imaginarse las horas). En ese momento era algo tarde para Ella.
Pero siguió caminando.
Comenzó, como cada madrugada, contemplando el comportamiento de los mortales, tan dañino para Ella, un ser de otro mundo. Cualquier gesto, palabra o mirada son extraños vagabundos en su planeta.
El silencio ensordecedor de las calles o los gritos ebrios de los mortales se mofaban de su inocencia, de sus fantasmas, le quitaban el aliento y a veces hasta el alma.


Se acercó un muchacho. Algo dejado. Vestía zapatos y jersey claro. Ya se podía prever cierto aire de artista.

-Ella tiene cierto don para encontrar talento.-

Talento del cual el propio muchacho no era capaz de asimilar.


- ¿Sientes el penetrante hedor de la Humanidad?
- ¿Cómo es que sientes tú eso? - Ella no daba crédito con aquellas palabras. Parecían salidas de sus entrañas. -
- Lo huelo. Y la verdad es que escucho demasiado a los mortales. Entiende que cuando digo hedor hablo de la crisis de la humanidad. A veces creo que les faltan oídos, y créeme, he intentado hablar con ellos, pero el intento es nefasto. Nunca me ha servido para nada. Excepto para comprenderlos. Y ellos no han sabido de mí. Ni mi nombre. Nunca han preguntado. Ahí es donde quiero llegar.

(…)

Martt.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Los que no te dejan dormir



El otoño te hace así, te deja sin hojas y le das la espalda al mundo; luego el mundo baila contigo y te devuelve a tu posición actual (aunque algo más agitada).
Te hace pasear sin rumbo, te pierdes, te encuentras, y prefieres volver a perderte. Observas a Otoño creyendo que te atenderá mejor que Verano y sus cambios de humor. 

Otoño es como uno de esos desconocidos que te prometen lo más bonito del mundo y sin querer desaparecen. ¿Nunca te ha ocurrido eso? Hay Otoños amargos, hay Otoños despistados, y luego están los otros. 
Los que no te dejan dormir….y esos son los peores, o los mejores, según cómo lo mires. Son los que despiertan esa parte de ti que no quieres que salga. Los que remueven cada detalle tonto de tu día de mierda. Y ahí empiezas a fantasear con el pasado y con cualquier paso que hayas dado….





Y en una de esas noches era entonces cuando mi insomnio y yo soñábamos con el reflejo de sus ojos. A veces, mirada lejana; a veces, mirada perdida.
No obstante era intensa: la que más.
Verás, siempre he tenido la fijación de sentirme sirena al cruzarme con el brillo de ojos de un desconocido. Y he acariciado las olas de su alma, he palpado hasta el dolor de sus entrañas y aún así le he sonreído.




·thatgirl

miércoles, 18 de marzo de 2015

Tu historia a recordar

A veces, arrastrado por una cuerda de la que alguien tira, acabas herido.
Te arrastra sin mirar atrás, sin darse cuenta de tu dolor, de tus heridas; y, finalmente, después de tantos baches, después de tanto camino recorrido, la cuerda se rompe.
Quien te arrastraba simplemente ponía a prueba su egoísmo, hasta tal punto, que ni se percataba de que ahí estabas tú, 'El arrastrado' (convertido en sumiso),  siguiendo esos sucios pasos, ciego como un murciélago, que ni ves tus heridas, ni la cuerda hecha pedazos.

No te sientas culpable, aún no sabes que quien tiende su mano a veces arranca tu libertad. Pero usando la bondad (que tanto te caracteriza), algún día entenderás que esta es tu historia a recordar, para no volver a caer sin levantar, y así hallar tu propio camino sin depender de nadie más.






De mí para mí





·Thatgirl·


martes, 25 de marzo de 2014

Hay veces que nos gustaría volver al pasado para aprovechar esos grandes momentos que creíamos que eran pequeños o insignificantes, que no tenían nada de especial, o que simplemente los dejábamos pasar... hay veces que nos gustaría volver a vivir esos momentos porque entonces no sabíamos que nos daban felicidad. 
Por desgracia el pasado no vuelve, pero puede que ahora mismo estemos viviendo uno de esos momentos (aparentemente insignificantes pero llenos de felicidad) y no nos demos cuenta. Aprovechémoslo.

#Martta.

lunes, 27 de enero de 2014

Idiot

Yo soy la idiota más perfectamente idiota que te has encontrado jamás. Tal vez he sido sometida a demasiadas clases de inteligencia que he preferido llevarme por la sencillez. O tal vez tenga pánico a dejarme llevar por los impulsos de los demás. O lo que es peor aún, puede que nunca llegue a entender el mundo y su desdicha.
Como dice la canción, 'The more I see, the less I know'





#thatgirl.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Delirando

Echas de menos pintar. Y echas de menos tus verdaderas cuatro paredes. Porque, verás: éstas no lo son (por mucho que te intentes convencer de ello; y en el fondo lo sabes). Tanto tiempo llevas sonriendo que ya no sabes cuándo es verdad y cuándo no. Eres demasiado valiente, como un héroe. Pero eres persona. Y a mí no me engañas.... porque tus ojos me lo cuentan todo. A veces los miro y me siento en un paraíso limitado. Un paraíso en una cárcel. Desearías hacer tantas cosas que no puedes con una sola. Y tú podrías hacer lo que quieras, cualquier cosa que te propongas, pero... ¿cuál es el problema? que aún no sabes que tienes alas (y si lo sabes no las usas).
Te limitas a dar paso a los demás, les calientas las sillas para que se sientan cómodos, y tú, (por idiota) te quedas sin ella. Y lo peor no es eso...lo peor es que lo sigues haciendo aún sabiendo que nadie te reservará ningún asiento. Así, ¿quién coño se entera de la película? (Mierda, ya he dicho una palabrota; ahora casi que dos...y debería de ser más cuidadoso contigo).
Bueno, qué, ¿te vas a quedar ahí sentada? Parece que te da igual lo que te digo. Jajajaja, bueno, eso al parecer te lo dice mucha gente... Que si no escuchas, que si tal y pascual, y blablablabla. Eso no tiene importancia, porque yo sé que no es así, lo que pasa es que te falta aprender muchas cosas. Plantar cara es una de ellas. Pensar en ti en vez de 'no hacer daño a los demás' es otra. Y el día que lo hagas vas a ser la persona más feliz del jodido planeta.
Ya, ya sé que cuesta. Pero es que ¿a caso no vas a admitir nunca que te encanta lo imposible?


La verdad es que sé que seguirás igual, y me fastidia porque tú puedes dar mucho más de ti, hasta podrías dormir con sólo cerrar los ojos....
Pero tú prefieres al idiota de Insomnio



#T





sábado, 26 de octubre de 2013

10 years of love. Con todo mi corazón, a mi Luna.

(Escrito el 23 de Octubre)

Sigo sin hacerme a la idea de que ya no volveré a verte, ni acariciarte la tripita. Ya no escucharé los ruidos que haces mientras sueñas. Ya no veré tus ojitos de aceitunas negras. Ya no despertaré a mitad de la noche para subirte a mi cama...ni recibiré los 'buenos días' con tus besos y esa felicidad que te entraba al saber que era un nuevo día... Ya no te veré pasear con tu pelo gris-plata, como la Luna, como así te llamé a ti. No tendré tu compañía en el sofá, y por ello ya no tienen sentido los domingos, ni los momentos en los que, como ahora, escribo. Porque antes escribía y tenía que parar porque te ponías de pie a mi vera, llamándome con tus patitas para que te suba conmigo, para tumbarte en mi silla, que aunque no hubiera hueco yo me lo inventaba para que estuvieras bien, y para sentirte cerca. Así era muy sencillo escribir. Y nunca sabría que acabaría escribiéndote a ti, de este modo, cambiando cada dos por tres el tiempo de mis palabras, porque ahora todo está en pasado (pues ya no estás aquí...).

Dios. Qué rápido pasa el tiempo. Me acuerdo cuando sólo tenías un mes y yo 8 años. Tenía tantas ganas de tener un perrito como tú....
Yo estaba en clase de ballet, un día como hoy, porque si no recuerdo mal, era octubre. Vino Andrea corriendo a interrumpir la clase para llevarme a casa... 'tenía que ir urgentemente'. Por un segundo estaba asustada. Cogimos la bici y volando fuimos a casa, y eso que estaba al lado (pero había que llegar rápido). No paraba de preguntarle qué pasaba. Y no contestaba, pero noté cierto gesto de felicidad en su mirada. ¿Te puedes creer que intuía que eras tú? Pues así fue, llegué a casa, pasé al salón y allí estaban todos, y ahí estabas tú, tan chiquita como la palma de mi mano...estabas dentro de una caja, y mira que era pequeña, pero aún así parecía una mansión a tu lado. Desde ese momento no pude separarme de ti. Hice los deberes mientras te tenía en mis piernas, tal y como cuando escribía hace unos días, contigo tumbada a mi vera. Dormíamos juntas y así ha sido hasta ayer, Luna. Joder creo que nunca he llorado tanto. Cuántas personas se habrán reído de mí y qué pena que sea así...ojalá vivieran toda esta experiencia, todo este amor, sí, porque eso también se puede llamar amor, yo cuidaba de ti y tú cuidabas de mí. Sabías cuándo estaba triste sin necesidad de verme llorar. Y cuando lo sabías no te separabas de mí, me llenabas la cara con tus besos y hasta que no me reía no parabas.
¿Eso? ESO NO SE COMPARA CON NADA. Ni con una amistad, ni con nada de eso, no.



Mi pequeña 'shini'...te quiero. Descansa.


#thatgirl